Luis Varela

SABER INVERTIR

Edición en línea del Miércoles 16 de diciembre de 2020

 

 

DESVARÍOS DURANTE EL FERIADO LARGO, CON EL DÍA DE LA PATRIA EN EL MEDIO

 

Matarlos a todos: Paww

Escribe LUÍS VARELA
luisalbertovarela@hotmail.com

Con las operaciones financieras más lejos, por los feriados largos que vivimos en la Argentina desde el viernes, los ahorristas e inversores locales que disfrutan del pulso de los mercados tuvieron que vivir días más lánguidos que lo habitual, porque además no se pudo andar correteando por ahí por miedo al virus.

De ese modo, entre el viernes y el martes hubo tres momentos que marcaron el compás del día de la Patria: uno de esos instantes fue ciertamente muy triste, otra circunstancia provocó una carcajada y una tercera alternativa hizo que muchos de los que peinan canas se quisieran arrancar los pocos pelos que les quedaban en la cabeza.

El momento triste, por supuesto, fue el dolor al ver a Lara Arreguiz, esa chica diabética con de 22 años enferma con covid que murió en el piso en un hospital santafesino sin espacio en las camas de terapia intensiva.

El instante hilarante fue la publicación de un medio oficialista, pagado por la publicidad estatal, que publicó que el dólar blue operó en baja en los feriados.

Y la novedad que hizo subir la presión de todos los observadores fue ver a la secretaria de Comercio Paula Español queriendo parar la inflación midiendo las góndolas con un metro.

En línea con esas tres alternativas que llamaron la atención, un analista que sigue el pulso de los mercados desde hace décadas advirtió que es bueno recordar a todos la historia de un inmigrante que vino a este país sin un centavo hace 70 años. Ese inmigrante, devenido en bolichero, sin alternativa, también vivió tres situaciones que debería agarrar con las dos manos el ministro de Economía Martín Guzmán, que hoy vivirá otra difícil licitación para colocar más y más deuda.

1) Hace más de medio siglo, sin plata para llegar a fin de mes, el inmigrante en cuestión le dijo a su socio: "andá al mercado y comprá lo más barato que encuentres". Horas después su compañero volvió con una bolsa que le llegaba desde los pies hasta los hombros. "¿Qué trajiste!!!!?". "Mejillones, fue lo más barato que encontré", y allí se lanzaron a vender, hasta conseguir el dinero de la compra más alguna ganancia posible.

2) Tiempo después, tras mucha lucha, luego de una noche con el boliche repleto de parroquianos, le dijeron al inmigrante: "Estás contento gallego, te forraste hoy". Y el gallego, ya recibido de comerciante, contestó "lo importante no es que vengan, sino que vuelvan".

3) Y el tercer hito que se recordó durante estos feriados fue el cuento del mismo gallego para explicar por qué hay inflación, algo que debería entender la secretaria Español: "¿Cuándo subís los precios gallego?", le preguntaron. Y contestó: "Cuando algo me queda sin vender, no lo puedo subir; pero lo que me sacaron de las manos lo renuevo con valores hasta el techo, mientras me lo compren. El pulso de los precios lo fija la abundancia o escasez de mercadería que queda en la góndola al final del día. Ese es el metro".

Y para rematar este pensamiento también surgió en este fin de semana largo una frase gigantesca venida de la cabeza de un sindicalista lúcido, cuya vida fue devorada por la propia eternitud en sus puestos que por alguna razón sienten los gremialistas que se quedan al mando en su lugar para siempre. Gerardo Martínez, de la UOCRA, sentenció "el problema no es económico, es político".

Todos saben, todos, pero muchos no quieren ver, que el país ya pudo haber estado inundado de vacunas. Entre los 180 países que hay en el planeta, Pfizer, un laboratorio instalado desde hace años en la Argentina, inició su prueba de conejillos de indias justamente en nuestro país, en el Hospital Militar, con un grupo de personas que estuvo dispuesto a aceptar el riesgo de ser los primeros vacunados. Luego, se estuvo a punto de acordar la llegada de 14 millones de vacunas, que habrían llegado a fines de 2020, con las que podríamos haber evitado esta segunda ola. Pero no ocurrió, porque efectivamente llegó el problema de la política.

Siguiendo el modelo que marca al país desde la ruptura del 2001, el poder toma nichos que generan altos ingresos, pone a un empresario "amigo" a cargo, sin licitación, sin importar si se consigue el mejor precio para el Estado, y se lo pone al mando para recaudar, y llevarse una gran parte, como pasa con el capitalismo de amigos, en el que incluso se puso ahora a alguien a fabricar la Sputnik, a dedo, sin competir para poder entender si ese era el laboratorio más indicado.

Y como remate de todo este colofón de situaciones, en los que se vienen repitiendo frases que marcaron a fuego a la Argentina, como "algo habrán hecho" o "por algo será", el historiador Felipe Pigna se puso a analizar la historia de cómo se movió el poder en América latina, desde las plazas, con el Cabildo, la Iglesia y la Comisaría alrededor, lugares donde terminaron las grandes protestas y las revoluciones.

Y también se analizó por qué razón la gente de antes se buscaba el mango en iniciativas propias, reinventándose, buscando salidas por los propios medios. Para terminar convirtiéndonos en sociedades que finalizan en el callejón más usado: vivir del Estado y quedar de rehén, en un pueblo que con los años queda trabado, sin iniciar el sueño de un éxito personal con el que puede haber orgullo personal, trascendencia, y servicio para los demás, empleo para todos.

Con todo esto, un oficialista fanático, que no soporta a los que piensan diferente, lanzó un mensaje refiriéndose a toda la comunidad de "saberinversores", el grupo de Facebook con más de 26.000 miembros. Dijo algo que, paradójicamente de manera inversa, utilizó la Dictadura de Videla: "A todos lo que hay en este grupo hay que matarlos, uno por uno, y a vos el último, paaaawwwww".
 

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