Luis Varela
SABER INVERTIR
Edición en línea del jueves 27 de junio de 2024
EL CRÉDITO HIPOTECARIO SE LANZÓ, PERO AÚN NO SE SIENTE: LA MAYORÍA DE LOS INQUILINOS NO PUEDEN ACCEDER Y SUS COSTOS SE VAN A LAS NUBES
Inmuebles: hay más negocios, pero por desconfianza los precios siguen bajando
Escribe LUÍS VARELA
luisalbertovarela@hotmail.com
Con el país dejado en estado de quiebra por el peronismo kirchnerista (con u$s 11.500 M de reservas negativas en el BCRA), sin crédito ni externo ni interno, con precios de default en los títulos públicos, y con un riesgo país que llegó a rozar los 3000 puntos básicos, con las calificadoras ubicándonos en la abstrusa categoría de "standalone" (solos como locos malos), llegó finalmente un Gobierno como el de Javier Milei, que intenta poner las cuentas en orden y cumplir con los compromisos, pero la guerra declarada por la política, los gremios y los movimientos sociales están complicando la salida del pozo, más de lo que se suponía inicialmente.
Hasta
mediados de abril, con los gordos de la CGT entrando en la Casa Rosada,
dándose un apretón de manos, fumando la pipa de la paz con miembros del
Poder Ejecutivo, el riesgo país había caído de los 2750 puntos a los que nos
llevó Massa en setiembre del año pasado, cuando nadie imaginaba que un
gritón como Milei tenía chances de llegar a la Presidencia, hasta 1148
puntos básicos, el menor nivel desde setiembre de 2020 cuando empezaban a
terminar los últimos efectos de la pandemia de covid-19.
Pero apenas dos días después de dar esa señal de confianza, la CGT declaró
el segundo paro general más veloz de la historia y continuó una sucesión de
54 paros gremiales sectoriales escalonados, que se pusieron a la orden de la
oposición política más rancia que enfrenta el Gobierno, poniendo todo tipo
de palos en la rueda, trabando el DNU presidencial, algo insólito, que no
pasó casi nunca, y achicando la ley ómnibus más las reformas fiscal y
laboral a una mínima expresión, algo que probablemente termine de ser
convertido en ley recién hoy en Diputados (después de haber sido carcomido
por el Senado claramente opositor), con chance de que se vuelva a
implementar el impuesto a las Ganancias y los cambios al impuesto a los
bienes personales, algo clave para el blanqueo gratis para los que
exterioricen hasta u$s 100.000 por persona, algo que puede llegar a
dinamizar la actividad, fundamentalmente con compra de autos e inmuebles,
tratando de dinamizar esos dos sectores que últimamente están con muy poco
movimiento.
En paralelo con ese duro parto con dolor, al menos 10 bancos nacionales se
apuraron por lanzar nuevas líneas de créditos hipotecarios, con todo tipo de
plazos y tasas, que se podrían promediar en préstamos a 20 años de plazo con
una tasa fija nominal en dólares del 7,5% anual, algo que no existió en la
Argentina de los últimos años ya que el negocio de los bancos era prestarle
al Estado, casi sin tocarlo, el dinero recibido por los plazos fijos de
parte de ahorristas e inversores.
El cambio de paradigma financiero, con equilibrio en las cuentas públicas,
devolución del BCRA a los bancos de todo el dinero tomado, colocando tasas
de interés claramente negativas, que licuó el ahorro en pesos que tenía la
gente, hizo que el stock de plazos fijos en pesos se estancara (cayendo
duramente en términos reales) y que la gente buscara alternativas para
resguardar los ahorros a través de otras vías, como fondos de inversión,
colocación de pesos en Letras del Tesoro y en alguna medida en compra de
inmuebles, que venían con precios de liquidación.
En lo que es una evolución muy dinámica, el nivel de actividad inmobiliaria
tuvo una notable recuperación, con la mayor cantidad de escrituras firmadas
en mayo de los últimos 65 meses, específicamente desde diciembre de 2018,
cuando el Gobierno de Macri defaulteara ("reperfilara" según el lenguaje
chic de Mauricio. Y en Provincia de Buenos Aires la actividad también
repuntó, pero muchísimo menos, ya que el Gobierno de Kicillof, con mayor
presión impositiva y las mismas políticas que el Gobierno anterior mantienen
la desconfianza en los inversores.
Y lo particular del caso, tanto en Ciudad como en Provincia de Buenos Aires
se está dando una rara paradoja: la cantidad de operaciones está creciendo,
pero los precios en vez de subir están decididamente en baja, con una
persistente huida de inversores frente a la guerra política y gremial contra
el gobierno de Milei. En detalle, los precios en dólares del AMBA están
claramente en retroceso desde el pico que tuvieron en febrero-marzo últimos,
cuando se pensaba que los gremios no pararían todo y que los proyectos de
ley de Milei pasarían rápido y sin objeciones por el Congreso, algo que no
sucedió.
En base a eso, con el ministro de Economía Luis Caputo utilizando al dólar
como ancla para aplastar el proceso inflacionario, según datos de los
Colegios de Escribanos de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, se
están observando cifras sorprendentes en cuanto a actividad, precios de
compra-venta de propiedades y valores de alquileres y expensas que hielan la
sangre, ya que con tarifas de servicios públicos incluidas se acercan al 50%
de los ingresos de las familias. ¿Cuáles son todos los números? Veamos: