Luis Varela
SABER INVERTIR
Edición en línea del Domingo 14 de setiembre de 2025
DÓLAR EN EL TECHO DE LA BANDA, CON ACCIONES Y BONOS EN PRECIOS DE DEFAULT
Standalone for ever: el mercado cree que los ausentes tampoco votarán en octubre
Escribe LUIS VARELA
luisalbertovarela@hotmail.com
Tal como sucede
desde hace 100 años, la Argentina (el país de las oportunidades perdidas)
atraviesa por un nuevo vórtice. Se acaba de vivir una durísima semana
financiera después del triunfo de Kicillof en provincia de Buenos Aires. Y
hay por delante eternas 6 semanas hasta la elección del 26 de octubre, que a
nivel de negocios serán sólo 29 ruedas (por el feriado del 10 de octubre),
con un solo elemento seguro: habrá volatilidad extrema.
El resultado del 7 de setiembre (con una diferencia a favor de Fuerza Patria
tan grande que no había imaginado nadie) abrió varias heridas, tanto en el
oficialismo como incluso en la oposición. Ni bien conoció el tremendo
respaldo de los bonaerenses, Kicillof tomó medidas inmediatas como aplicar
ingresos brutos a las billeteras virtuales, es decir más impuestos para la
gente. Y antes de que la gente vote y decida el 26 de octubre, varios
referentes peronistas dicen que "este gobierno se terminó, se tiene que ir".
Dentro del Gobierno el sacudón provocó un gran estruendo, con todos mudos,
sin saber qué hacer con Karina Milei, con los Menem y con todas las
sospechas que ya se instalaron. Y la foto que sorprendió desde la prisión de
San José 1111, mostró a una Cristina Fernández, amenazada por el liderazgo
en su propio espacio, reunida con Juan Manual Urtubey (a quien no veía desde
hacía 10 años), mostrando otra cara blanda del peronismo, tal como en su
momento aplicó con un tuit a un tal Alberto Fernández. Cuando, al mismo
tiempo, reúne a su propia mesa política con los candidatos de Fuerza Patria
en CABA: Itaí Hagman (primer candidato a diputado nacional) y Mariano
Recalde (candidato a senador nacional).
Con todo este disloque electoral hubo un estruendoso resultado en el mercado
local. Después del 7 de setiembre, el dólar llegó este viernes al techo de
la banda. La semana anterior a la durísima derrota de LLA, el Tesoro había
vendido u$s 500 M para que el dólar no saltara (ahora le quedan apenas u$s
1176 M). Y esta semana, para sorpresa de propios y extraños, el Tesoro no
intervino y, a pesar de que el dólar terminó el viernes en un valor promedio
de $ 1458 -pero con el ccl ya en el techo de la banda a $ 1471- el BCRA no
intervino.
Con todos los analistas atónitos, esperando lo que diga Milei este lunes por
la noche en cadena nacional presentando un Presupuesto 2026 que vendrá con
más ajuste, la pregunta que se hacen todos tiene que ver con un elemento
principal: ¿intervendrá el BCRA para que el dólar se quede en el techo o lo
dejará pasar de largo? En realidad, el Banco Central está vacío, tiene
reservas negativas. Lo dan vuelta y no se le cae un centavo. Los dólares que
tiene son del FMI, y con toda claridad ese organismo no lo autorizó a gastar
divisas para defender el tipo de cambio. No quiere que al Caputo de Milei le
pase lo mismo que al Caputo de Macri.
Luego de que el miércoles pasado el INDEC informara que su IPC de agosto fue
de solo 1,9% mensual (en los últimos 4 meses la inflación fue de apenas 7%
contra una suba del 20% para el dólar, y en el último año la inflación fue
del 33,6% contra un dólar que sube apenas 13%), la masa de ahorristas entró
en una puerta 12 y compró todos los dólares que pudo sin parar, pero los
especuladores hicieron otra cosa: con la idea de que el BCRA defenderá el
techo de la banda, empezaron a vender sus dólares y se pasaron otra vez a
surfear en carry trade, con plazos fijos a 30 días en determinadas Lecap
cortas que triplican a la inflación (y que damos en detalle aparte).
Mientras tanto, la campaña sucia continúa, con elementos insólitos que nadie
entiende. A Spagnuolo (el repartidos de los audios de las coimas) le
encontraron unos pocos dólares en una caja de seguridad y le renunciaron sus
dos abogados defensores. Por supuesto, con esto, todos se preguntan quién es
el culpable del manotazo en la AnDis. ¿Será todo verdad o no? A nadie le
importa: la bala entró, y el 3% quedó instalado en la gente. Repiten "son
todos iguales", con un Gobierno que respondió de una manera absolutamente
poco profesional.
Y lo peor del caso, es que en esta Argentina en la que casi la mitad de la
gente está desesperada, sin llegar a mitad de mes, endeudándose y viviendo
de prestado, aparecieron los empresarios involucrados en la causa cuadernos,
que vivían del Estado pagando coimas, pretendiendo pagar unos pocos pesos
para cerrar la causa para que no se inicie el juicio oral y no quedar
expuestos. El fiscal rechazó esta nueva coima, pero el juez todavía no se
expidió...
Mientras todo esto sucede, a 42 días de la elección, Milei hace lo que
ningún político hubiera hecho: no retrocede. Veta todo el gasto que quiere
aplicar el Congreso sin explicar de dónde sale el dinero. La oposición, en
campaña electoral clásica, quiere abrirle la canilla a los ATN, al Garrahan
y a las Universidades. El Presidente dice que no y eso anticipa que se viene
otro miércoles de furia, que será como la batalla de San Lorenzo.
En el medio de esto, surgió una frase sorprendente de Gustavo Valdés, el
gobernador saliente de Corrientes (que puso a su hermano en su lugar). Dijo
"Nosotros tenemos superávit fiscal, pero sin el dinero que nos debe el
Gobierno nacional no podemos hacer nada". Y, ante eso, la pregunta obligada
es por qué no hace nada si tiene superávit ¿en qué lo gasta?
Con esa base, este mismo viernes, con la particular presencia de Juan
Schiaretti y la notoria ausencia de Nacho Torres -gobernador de Chubut), con
quien Luis Caputo acordó la entrega de fondos- se reunieron en Río Cuarto
los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe),
Carlos Sadir (Jujuy) y el propio Gustavo Valdés (Corrientes). Protestaron a
los gritos contra los tres vetos de Milei, pero se encontraron con una gran
traba: en provincia de Buenos Aires esa avenida del medio sacó el 5% de los
votos, igual que la izquierda, con una polarización absoluta entre Fuerza
Patria y LLA.
Pero al respecto hay algo muy importante para destacar: el gobernador
Pullaro (radical) metió la punta de lanza con una declaración que define
todo: "el kirchnerismo no vuelve nunca más al gobierno nacional" porque la
sociedad "dio vuelta la página" y ese ciclo político "ya terminó".
Y se debe tener en cuenta un elemento ciertamente clave. El 7 de setiembre,
sobre el padrón total bonaerense habilitado para votar, Fuerza Patria sacó
el 29,2%, LLA el 20,8%, todo el resto de las fuerzas obtuvo el 7,9% y, aquí
está lo principal, los ausentes superaron a todos, con el 42,2% de los
sufragios posibles sin llegar a las urnas. Y, la gran pregunta, ¿qué hará
toda esa gente desencantada el 26 de octubre? Son más de 5 M de personas. En
las elecciones nacionales siempre hay más presentismo. ¿Estarán ausentes de
nuevo? ¿Votarán a Fuerza Patria después de más ingresos brutos? ¿Apoyarán a
un Milei que parece fuera se sí? ¿Confiarán en una avenida del medio? El 7
de setiembre no se jugaba demasiado, porque se repartían las bancas en la
legislatura bonaerense. Pero el 26 de octubre se define el poder del
Congreso. ¿Irán los votos de los que no asistieron al peronismo, se los
darán a Milei o apoyarán a los del medio, que se muestran capitalistas, pero
más blandos?
Lo que tenemos seguro, aquí y ahora, es que se viene otra semana con otro
miércoles en batalla en torno al Congreso. Habrá movilizaciones masivas de
universitarios, garrahan y jubilados. Los gobernadores intentarán voltear el
veto de Milei a los Aportes del Tesoro Nacional. Milei quizás intente
hacerlos esperar de nuevo con lo que presente este lunes con el Presupuesto.
Frente a este caos, el mercado lo dijo todo. Mientras el dólar global tuvo
una semana en baja de hasta 1,5% contra todo (mexicano, real, chileno,
libra, franco suizo, euro y yuan), en la Argentina el billete tuvo una
semana bien caliente: el dólar oficial, el mep y el contado con liquidación
subieron 5,8% y el blue trepó 4,4%.
En EE.UU. el 92% de los especialistas esperan que este miércoles la Fed baje
25 puntos básicos su tasa base (de 4,5 a 4,25%), mientras que este viernes
las tasas largas pagaron 3,6% anual a 1 año de plazo, 3,6% anual a 5 años,
4% anual a 10 años y 4,7% anual a 30 años.
A nivel local, mientras las tasas de los plazos fijos bajaron de 47% para
plata chica y 90% para plata grande, hasta 44% y 67% respectivamente, el
blue saltó de $ 1365 a $ 1425, el mep fue de $ 1383 a $ 1463 y el ccl saltó
de $ 1390 a $1470, ya en el techo de la banda, sin gatillar por ahora la
venta del BCRA.
Frente a eso, los bonos y las acciones argentinas sufrieron un duro golpe.
Con notable selectividad, los bonos bajaron en promedio 1% esta semana (pero
los dolarizados cayeron hasta 6%), con un riesgo país que en la semana subió
146 puntos, hasta 1047 puntos básicos, es decir el peor nivel desde octubre
del año pasado.
¿Por qué sufren los bonos? Simple: el Gobierno tiene que pagar u$s 10.000 M
de acá al 9 de enero, entre vencimientos con organismos internacionales y
los cupones y amortización de Bonares y Globales. Y, ante esto, al Tesoro le
quedan poco más de u$s 1000 M, los dólares de la cosecha fina empezarán a
entrar recién en diciembre. De ahí los contactos con el FMI y el Tesoro de
EE.UU. para seguir recibiendo asistencia, ya que el país sigue sin acceso al
crédito.
En principio, pareciera que los vencimientos hasta el 9 de enero están
garantizados. Pero en 2026 y 2027 hay vencimientos enormes: de u$s 16.900 M
y u$s 23100 M respectivamente. Sobre ese monto total u$s 8000 M vencen con
organismos internacionales (y se estima que ahí habrá roll over automático),
por lo que hay de deuda con bonistas en ambas temporadas suma nada menos que
u$s 31.800 M, y eso es muy difícil de pagar sin acceso al crédito
voluntario, por lo que se cree que hay gran chance de otra reestructuración
de la deuda u otro default, por lo que vamos a seguir "standalone for ever"
(a pesar de que el miércoles pasado, gracias al esquema durísimo de encajes,
los bancos tuvieron que renovarle el 92% de la deuda que vencia, y pagando
una tasa más baja, de menos del 60% anual).
Y lo que más sorprendió fue que más allá de la caída de los bonos, las que
más sufrieron fueron las acciones. En el balance semanal, la Bolsa de Tokio
subió 4,1%, Madrid ganó 3,1%, México 2,1%, el Nasdaq 2%, el Dow Jones 1% y
Frankfurt 0,4%. Resbalaron algo San Pablo con una baja del 0,3% y Santiago
de Chile con un descenso del 2,4%. Pero la Bolsa de Buenos Aires sufrió un
terremoto: el Merval en pesos cayó 11,9% y el Merval en dólares se hundió
15,3%.
¿Por qué huyeron los inversores de las acciones argentinas? Se sigue
confirmando un desastroso resultado de las empresas en la presentación del
balance del 2° trimestre de este año. Esta semana entraron 8 estados
contables con los números en detalle: una sola empresa pasó de perder a
ganar dinero, el resto o achicaron ganancias, o achicaron pérdidas o
directamente pasaron de ganar a perder dinero (entregamos todos estos
números en informe aparte).
Pero debe entenderse algo: ya presentaron números en detalle 60 empresas. En
el segundo trimestre de 2025 cada empresa promedio ganó u$s 37,94 M, es
decir 49,8% menos que los u$s 75,63 M obtenidos en el segundo trimestre de
2024. Entre las 10 compañías que más ganaron, el podio está encabezado por
una energética, que no es YPF (es más YPF ni figura), y la siguen dos
bancos. Y entre las 10 compañías que más perdieron, el podio está encabezado
por una firma de telecomunicaciones, y la siguen dos alimenticias (todos los
detalles son entregados en informe aparte).
¿Por qué se hunden las ganancias? Evidentemente, la motosierra y la baja
inflación solas no alcanzan. Es cierto, el pass through por ahora se detuvo.
Pero hay que ver qué sucede desde esta semana si el BCRA no defiende el
techo de la banda. De momento, como la sequía de pesos que hay en la calle
continúa, el REM espera que la inflación siga bajando, orientándose hacia el
1,6% mensual en enero. Pero los votantes están ahogados, porque al
desaparecer buena parte de los subsidios a los servicios públicos se
necesitan cuatro sueldos mínimos para zafar de la pobreza.
Es decir, la confianza no solo no ha vuelto, sino que se ha esfumado. No hay
inversiones, y no habrá crecimiento del empleo. Seguimos en la misma
situación que arrastramos desde que Cristina Fernández fundió al BCRA en
2011, solo que ahora (mientras el Congreso no voltee a Milei) tenemos un
superávit fiscal entre comillas, porque lo que se está pagando de intereses
por la deuda en pesos está siendo comido por los conejos que hay dentro de
la galera de Caputo.
A todo esto, obviamente, tenemos que sumar el caos en Medio Oriente y los
drones rusos en Polonia, con una situación impredecible. Por eso, los
commodities responden en consecuencia: en lo que va de setiembre, el
petróleo sube 2,3%. Los metales básicos están mixtos (el aluminio sube 3,1%,
el cobre avanza 1,5% y el níquel baja 0,3%. Los granos están mixtos (la soja
Chicago sube 0,8% pero en Rosario el maíz avanza 4,1%, la soja 2,8% y el
girasol 0,9%, pero el trigo y el sorgo bajan 2,6% y 2,9%.
Lo que más muestra la inquietud de este momento es la huida de inversores a
posiciones de refugio, lejos de acciones, bonos y monedas. En lo que va de
setiembre la onza de plata salta 7,1%, el Bitcoin mejora 5,6% y el oro trepa
otro 5%.
¿Qué se puede esperar desde mañana? El Gobierno, si quiere hacer una
elección de octubre aceptable, está obligado a hacer política, a dejar de
engañar, dejar de licuar. Pero Milei leerá el Presupuesto por televisión,
lejos del Congreso opositor (no manda al Parlamento ni siquiera a su
ministro de Economía). Hasta ahora no entregó ninguno de los sospechados.
Martín Menem y Karina Milei siguieron de campaña en Tucumán, con muy poca
presencia. El Presidente parece entender que la minoría K tiene un techo, y
lee que LLA, junto a PRO y Provincias Unidas son promercado. Está convencido
de que está garantizado que en 2027 el presidente saldrá de este grupo y no
del PJ.
Pero el mercado, que siempre se adelanta, está convencido de que, en
noviembre, después del 26 de octubre, cambia la política cambiaria
(¿cambiará esta misma semana sin que el BCRA defienda el techo de la
banda?). Nadie sabe qué puede pasar. Todos parecen apostar a "cuanto peor
mejor": así las acciones se hunden (aunque aún están 30% arriba de cuando
Milei tomó el mando) y los bonos ya no son renta fija, son activos de alto
riesgo.
¿Qué cartera de inversión aconsejan los especialistas para semejante
escenario? Veamos:
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